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lunes, 6 de junio de 2011

No me lo pensaría ni siquiera dos veces.

Tampoco elegí tu risa, ni que me mires así.. No he elegido tampoco necesitar tus abrazos, ni necesitarte a ti. Nisiquiera de suspirar solamente por y para ti. Tampoco elegí el día, ni el mes en que apareciste. Ni que aparecieras por casualidad, ni si quiera elegí pensar en ti cada instante desde ese día. Pero quiero que sepas algo, si pudiese haberlo elegido, te hubiese elegido a ti, que no te quede la menor duda.