Seguidores

martes, 1 de febrero de 2011

8.

Y mientras sus manos recorrían mi cuerpo, le pregunté:  - ¿Donde estuviste todo este tiempo?  - Buscándote -contestó mirándome a los ojos. Ese sencillo momento bastó, para que mi corazón diese saltos de alegría durante una hora más. Una hora completamente dedicada a él. En la que, después de dos años, mi corazón volvía a latir ilusionado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario